Que el valor de un par de zapatillas sea similar al canon mensual de un departamento de un ambiente no nos puede pasar por alto. Calidad de ...
Que el valor de un par de zapatillas sea similar al canon mensual de un departamento de un ambiente no nos puede pasar por alto. Calidad de diálogo, personalizar cada caso en concreto y poner en juego toda nuestra responsabilidad profesional puede ayudarnos.
Frases de ayer y hoy vienen para qué podamos definirnos cómo profesionales.
¿Cuál es el rol del corredor inmobiliario en el contexto qué nos toca atravesar en estos días?, a sabiendas que el ejecutivo nacional ha prorrogado por tercera vez el Decreto de Necesidad y Urgencia (Dnu) 320/20 y adicionales que versa por los congelamientos de alquileres y suspensión de juicios de desalojos hasta el 31 de marzo de presente año.
Entender como premisa, que analizar el contexto y asimilar la virtud de la empatía juegan un rol, a prima facie, como de mínima, necesario.
Por un lado observamos que las dificultades qué padece un alto sector de la sociedad de acceder a la vivienda propia tendría que ponerse por encima de los múltiples análisis que podemos llegar a desarrollar en esta editorial.
Los índices de pobreza, la inflación en porcentuales crecientes, las dificultades salariales de los trabajadores, el aumento por estos días de los tributos estatales desde todos sus estamentos, los servicios de primera necesidad cómo la luz, el gas, las prepagas de salud, la canasta básica para poder alimentar a una familia, los requerimientos de vestimenta del grupo familiar, deben ser analizados minuciosamente.
Que el valor de un par de zapatillas sea similar al canon mensual de un departamento de un ambiente no nos puede pasar por alto. De a poco estamos perdiendo la capacidad de asombro y esto, históricamente, no ha sido bueno.
Ahora nos preguntamos ¿deben los propietarios asumir el rol de contención de este cúmulo de dificultades? ¿Los inquilinos son los culpables de no poder disponer de los recursos necesarios para solventar un alquiler? ¿Somos los corredores inmobiliarios artífices de tener qué quedar en esta encrucijada?
Personalmente creo que nos debemos, como los profesionales del sector, no ubicarnos en ninguna de las partes, sino estar comprometidos con ambas.
La o él inquilina/o qué no pueda abonar su alquiler claramente no debe estar pasando por un buen momento. Pensar en la alevosidad o mala fe de aquellos que se adhieren al Dnu sistemática e infundadamente es quedarse en un porcentaje extremadamente mínimo; si es qué los hay. Todo aquel que pueda, abonaría su alquiler en tiempo y en forma.
Posicionar a la especulación como arista a considerar no debe ser una generalidad. Qué un propietario intente sacar una ventaja de toda esta vorágine es cortar por lo fino. Ni de un lado ni del otro. Buscar al responsable por acá, nos ubica muy lejos de una solución.
La nueva prórroga del Dnu posibilita, una vez finalizado el decreto, financiar las deudas contraídas en este último tiempo a devolverse hasta en 12 cuotas. Como política de desendeudamiento no es una mala acción, ahora, ¿es justo que el propietario tenga que pagar estos platos rotos?
El Estado debería proponer este tipo de medidas pero afrontando económicamente desde sus arcas. Entender y sobre todo contener a la/el cliente propietaria/o llega para ser un desafío.
Calidad de diálogo, personalizar cada caso en concreto y poner en juego toda nuestra responsabilidad profesional puede ayudarnos. Mediación, ofrecer alternativas realizables, seguir de cerca y tratar de evitar el enojo generalizado nos pueden ayudar. ¿Fácil? Absolutamente falso.
Hoy, una vez mas, nos ponemos a prueba para revalidar nuestra rol, siempre en búsqueda de jerarquizar nuestra querida profesión.
"Fijate de qué lado de la mecha te encontrás": estemos en el medio, cómo la naturaleza genuina misma del corretaje inmobiliario. Así contaremos con el respeto y colaboración de las partes.
¿Habrá excepciones? Seguramente. Pero serán eso, excepciones.
Por Alejandro Bassini.
Corredor Inmobiliario (Cocir).