Mercado inmobiliario rural, crecen las consultas en el sector alquiler de campos
Aseguran que faltan campos tanto ganaderos como agrícolas y por eso los contratos se renegociaron en los mismos valores de referencia. Uno de los aspectos más destacados fue la baja en el valor de los campos, que llegó al 20% en el caso de los lotes ubicados en zona centro.
Según informó la Cámara Argentina de Inmobiliarias Rurales (Cair) en su último índice mensual reportado en el mes de noviembre, la actividad en el mercado inmobiliario rural bajó un 2,53% a nivel nacional en relación al mes de octubre y se posicionó en 38,05 puntos sobre los 100 que representan el pico máximo de la actividad registrada.
Sin embargo, la estabilidad que mostró el dólar en las últimas semanas permitió que las escasas gestiones de negocios que se desarrollan mantengan cierta continuidad entre las partes. Desde la entidad, aseguran que el año fue complejo desde todo punto de vista, tanto para realizar tasaciones como por las dificultades para trasladarse a zonas rurales durante la cuarentena.
Juan José Madero (H.), presidente de la entidad que agrupa a todas las inmobiliarias del sector rural, aseguró que “tasar fue un trabajo muy difícil, porque por las fluctuaciones que hubo, la baja expectativa, la incertidumbre y la cambiante cotización del dólar, se perdieron todas las referencias”.
Si bien la cuarentena complicó cientas de actividades económicas, la producción agropecuaria fue destacada como esencial desde el inicio de la cuarentena, por lo tanto al mantenerse en funcionamiento la actividad productiva se transformó en una tentación para quienes buscaron invertir o ampliar sus posibilidades productivas en un año en el que no sobraron opciones de resguardo de patrimonio.
Según Madero “los alquileres estuvieron y están muy firmes, faltan campos tanto ganaderos como agrícolas y por eso los contratos se renegociaron en los mismos valores de referencia e incluso en algunos casos aumentaron levemente”.
La actividad agropecuaria, por lo que implica para el país y por la generación de alimentos seguirá funcionando, por lo tanto ante tanta complejidad es lógico que muchos busquen posicionarse en una actividad que tiene vinculación directa con el dólar pero a la vez todas sus transacciones se hacen en pesos, inclusive los alquileres.
“Nadie quería tener los pesos y no había alternativas válidas de inversión. Sin acceso al dólar muchos se volcaron al negocio agropecuario”.
En el caso de la ganadería se toma como referencia el Índice Novillo del Mercado de Liniers (Inml) y en los negocios agrícolas, se toma el valor de la pizarra que publica la Bolsa de Comercio de Rosario (Bcr), ambos en pesos y en el caso de los granos descontando los derechos de exportación. Quizá allí se puedan encontrar las respuestas a la mayor demanda de campos, que se mantiene de cara al 2021.
Según Madero “es frecuente que para los campos publicados a la venta, haya consultas para ver si se alquilan hasta que se vendan y eso es porque el negocio sigue siendo atractivo o por lo menos es mas atractivo que tener los pesos en la mano”.
Uno de los aspectos más destacados del comportamiento del mercado inmobiliario durante el 2020 fue la baja en el valor de los campos, que llegó al 20% en el caso de los lotes ubicados en zona centro, la más “atractiva” del país. Una hectárea que se vendía a u$s 16.000 hoy por hoy se pude conseguir a u$s 13.000.
Madero confirma que “la baja es atribuible a una demanda que esta muy selectiva, que tiene los dólares y los quiere hacer valer”.
Uno podría pensar que es un comportamiento similar al del mercado inmobiliario urbano, sin embargo la gran diferencia radica en que en la mayoría de los casos el vendedor tiene la elección de venta pero no la necesidad, por lo tanto si bien se adecua al mercado, tiene sus límites y eso impide que en muchos casos las operaciones se concreten porque se retira de la oferta.
Es que muchos dueños de los campos analizan el escenario de rentabilidad con los alquileres que rigen para la presente campaña y pueden llegar a obtener entre 1% y 1,5% del valor del campo como ganancia, sólo alquilando el lote, algo difícil de conseguir en otros ámbitos.