Corredores inmobiliarios, cuidando el ahorro y el patrimonio de los argentinos

Corredores inmobiliarios, cuidando el ahorro y el patrimonio de los argentinos

El ejercicio ilegal se da cuando alguien, sin título y sin la matrícula correspondiente, ofrece servicios de corretaje inmobiliario. Está cometiendo un delito, poniendo en riesgo legal y real la inversión de la persona que lo contrató sin estar debidamente informada.  

Los Corredores Profesionales Inmobiliarios somos quienes mejor conocemos el funcionamiento y realidad del sector inmobiliario gracias a nuestro acceso directo a miles de propiedades y a trabajar día a día en permanente contacto con propietarios e inquilinos, acompañando, como siempre lo hemos hecho, a ambas partes.

Los inmobiliarios trabajamos con la pasión de quien ama lo que hace. Pero, por sobre todas las cosas, trabajamos con profesionalismo, porque eso es exactamente lo que somos: profesionales.

El corretaje inmobiliario es una actividad para la cual quienes la ejercemos debemos estudiar en una institución educativa universitaria, al igual que ocurre con abogados, médicos, arquitectos o contadores. No alcanza con tener “vocación inmobiliaria”, para ser corredor, hay que formarse como corresponde.

Pero incluso esto no es suficiente porque, nuevamente al igual que otras profesiones, los Corredores Inmobiliarios estamos obligados por la Ley a matricularnos en el Colegio Profesional del distrito en el cual llevemos adelante nuestra actividad.

Sólo así estaremos habilitados para ejercer nuestro trabajo. Un trabajo que es asistir a todos aquellos que buscan un lugar para vivir, soñar y crecer en lo personal o en lo económico.

Las personas depositan en nosotros no solo su confianza sino también su dinero. Y nosotros tenemos el deber de cuidar ese capital. Y podemos hacerlo, justamente, porque tenemos el conocimiento (y el reconocimiento legal y académico) para hacerlo.

La sociedad está acostumbrada al concepto de “ejercicio ilegal” en el caso de la Medicina, pero la realidad es que en cualquier profesión existe este mal ejercicio. En nuestro caso, el ejercicio ilegal se da cuando alguien que no cuenta con el título y la matrícula correspondiente ofrece servicios de corretaje inmobiliario.

¿En qué le cambia a la sociedad esto? En que solo un Corredor Profesional Inmobiliario puede facturar el servicio de corretaje inmobiliario. 

Cualquier persona que no cuente con la correspondiente matrícula profesional está cometiendo un delito, poniendo en riesgo legal y real la inversión de la persona que lo contrató sin estar debidamente informada.

La inversión en propiedades (sea esta tierra o inmuebles en construcción o terminados) es, históricamente, la más segura que existe en nuestro país. 

Por eso, es importante que la sociedad en su conjunto sepa qué implica el corretaje inmobiliario, a fin de proteger su ahorro, poniéndolo, no solo en el mejor refugio, sino también en manos de quienes más sabrán cuidarlo.

A quienes vayan a comprar, vender o alquiler un inmueble, cualquiera sea, le recordamos que los Corredores Profesionales Inmobiliarios estamos cerca para ayudarlos, acompañarlos y cuidarlos siempre.

Por Armando Pepe.
Presidente del Colegio Único de Corredores Inmobiliarios de la Ciudad de Buenos Aires (Cucicba).