Afirman que demorar una obra que estaba en ejecución para despuĆ©s retomarla con protocolos especĆficos tiene costos muy altos. Hay casi 3 mi...
Hay casi 3 millones de metros cuadrados en obras frenadas por la cuarentena y los costos de reactivarlas son altos. Desarrolladores negocian con inversores para que no se amplĆe la morosidad.
Mientras muy tĆmidamente se reactivan algunas obras de construcción reducidas en pequeƱas comunidades, el grueso de los desarrollos de Real Estate de las grandes ciudades continĆŗa parado y sin horizonte de retomar las obras.
Los principales operadores del mercado calculan que son cerca de 3 millones de metros cuadrados en obras los que estƔn frenados, y que muchas empresas no tendrƔn la espalda para absorber el alto costo que implica la vuelta a poner en marcha de la obra, incluyendo nuevos protocolos de seguridad para los empleados.
El presidente de la CĆ”mara Empresaria de Desarrolladores Urbanos (Cedu), DamiĆ”n Tabakman, explicó a El Cronista que "hay muchos que para retomar las obras con esta incertidumbre, son cautos. Prefieren no retomar la construcción tan rĆ”pidamente porque todavĆa es difĆcil calcular cuĆ”l serĆ” el costo de reactivarlas".
Mientras tanto, los desarrolladores negocian con los inversores que ya compraron desde "el pozo" y con los que financian en muchos casos las obras, para que no caigan en moras que terminen sepultando el emprendimiento.
Para Tabakman, que como otros desarrolladores mantuvo contactos con el gobierno para encontrar medidas que permitan retomar los desarrollos, hay entre 2 millones y 3 millones de metros cuadrados en obras frenadas.
"Estamos trabajando en los protocolos y las normas de seguridad e higiene en las obras. La verdad, es bastante caro y requiere cuidados extra porque no estÔ probado que aun con los protocolos se evite contagios. O sea que también hay que evaluar los planes de contingencia si esos contagios ocurren", explicó en cuanto a lo operativo.
AdemĆ”s, dijo que "hay un diĆ”logo permanente con los inversores", que son la mayorĆa de quienes compran los emprendimientos mĆ”s que usuarios finales."Ellos tienen cabeza de inversor, son comerciantes o profesionales que compraba dólares o invertia en pozo. Al momento de volver a salir a trabajar estarĆ”n viendo cómo queda su negocio. En muchos casos quedarĆ” peor que antes y eso lo llevarĆ” a pensar quĆ© hacer con la cuota. Cada desarrollo estĆ” en contacto fluido para pensar cómo va a ser el flujo de cobranza para financiar el proyecto. Hay gente mĆ”s castigada o hasta algunos a los que le fue bien", seƱaló.
A la vez, destaca que la situación de cada desarrollador es también diferente. "La trayectoria, el capital propio de cada empresa es importante. Hay mÔs sólidos y solventes para hacer frente a la morosidad", describió.
En coincidencia con Tabakman, el empresario Alejandro Ginevra aseguró que no tuvo un salto importante de morosidad aunque sĆ observó que algunos inversores estiraron mĆ”s el pago durante el mes. Estudia nuevas facilidades de financiamiento, como cobrar en pesos lo que hasta ahora se hacĆa en dólares, y advierte que "los empresarios deberemos asumir que vamos a tener que absorber el alza de costos por retomar las obras con protocolos especĆficos". TambiĆ©n sostiene que es importante ver cómo queda la situación de los proveedores del sector luego de estos meses de parate.
Ginevra, como presidente de la CĆ”mara de Empresas de Servicios Inmobiliarios (Camesi) mantuvo un encuentro con la ministra de Desarrollo y HĆ”bitat MarĆa Eugenia Bielsa, para acercarle una propuesta de apertura controlada de la actividad inmobiliaria, que permitirĆa un retorno paulatino a las operaciones. Pero sobre la evolución de las obras, todavĆa no tuvo precisiones.
El empresario calcula que cuando pase la pandemia, el precio de las propiedades usadas bajarĆ” entre 15% y 20%.
Para la vuelta a las obras, los desarrollistas sostienen que "lo aconsejable serĆa empezar obras de 3000 metros que estĆ©n en ejecución en hormigón armado. Ese tipo de estructuras necesita piedra, cal, cemento y arena. Es decir unos pocos rubros se mueven y lleva un aƱo hacer esa obra. Sabemos que el problema es cuando ingresan mĆ”s rubros como aberturas, griferĆa, pero esto es una carrera contra el tiempo. Si nos focalizamos en las obras que arrancan desde cero, para cuando llegue la instancia de sumar a toda la cadena de valor, ya vamos a tener una vacuna".
En esa lĆnea, agregaron que existen "algunas medidas rengas. Por ejemplo, los corralones estaban exceptuados de la cuarentena pero no tenĆan a quiĆ©n venderle su mercaderĆa. Sumar ahora a la obra privada va a activar a un sector importantĆsimo de la economĆa. El hecho de demorar una obra que estaba en ejecución para despuĆ©s retomarla tiene costos muy altos para el desarrollador. Esto va a dar tranquilidad a los inversores y a la gente contratada".