Se destacan por el distanciamiento de dos metros establecido en todas sus dependencias y por las señales horizontales en el suelo. Cush...
Se destacan por el distanciamiento de dos metros establecido en todas sus dependencias y por las señales horizontales en el suelo.
Cushman & Wakefield y Vyosa han presentado el primer edificio de oficinas adaptado a la nueva realidad, tras la pandemia del coronavirus. Se trata del edificio Beatriz, ubicado el número 29 de la calle Ortega y Gasset, al que podrán acceder los primeros trabajadores a mediados de julio cuando acaben las cuatro fases de la desescalada marcada por el Gobierno.
El prototipo de las oficinas de la consultora destaca por el distanciamiento de dos metros en todas sus dependencias, por las señales horizontales para dirigir el tránsito de empleados y por las colas para entrar al ascensor -sólo dos personas- y para ir al baño -sólo un empleado en sus interior-.
Las empresas se preparan para la vuelta a la actividad a sus oficinas sabiendo que no existe el riesgo cero de contagio del coronavirus. Hasta que no exista una vacuna contra esta enfermedad, las compañías tienen que adaptar sus instalaciones para al menos reducir lo máximo posible las posibilidades de transmisión. En este escenario, Cushman & Wakefield ha tomado la iniciativa a nivel mundial con su prototipo de oficinas "6 Feet" (dos metros en castellano).
“Hemos determinado hacer una marca global que es 6 feet del mercado anglosajón que son los dos metros. El principal objetivo de este proceso es mantener la distancia mínima de seguridad que son estos dos metros y analizar todo lo que eso conlleva”, afirma al portal idealista Óscar Fernández, director de Negocio y Desarrollo de Cushman & Wakefield.
El diseño de estos espacios está marcado por las señales horizontales del suelo que dirigen y restringen el flujo de empleados por las instalaciones. Existen todo tipo de indicadores: flechas de dirección, ceda el paso, huellas dibujadas que indican detenciones para realizar filas que guardan dos metros de distancia entre persona y persona…
Este proyecto ha sido todo un reto porque no existe todavía ninguna normativa que regule estos espacios tras la pandemia del coronavirus. “No hay una normativa clara con respecto a oficinas después del covid-19. Por eso nosotros partimos de los dos metros de distancia que es una recomendación del Instituto Nacional de Seguridad y Salud como base de este prototipo”, afirma Fernández.
Para poder guardar este distanciamiento social la consultora ha tenido que reducir de manera sustancial el número de puestos de trabajo en la oficina. “Nosotros somos 160 personas en esta planta y solo vamos a poder venir 60 a trabajar… Con lo cual habrá otros 120 compañeros que deberán de continuar con el teletrabajo”, afirma el director de Negocio y Desarrollo de Cushman. “Estamos estudiando junto con el departamento de Recursos Humanos quiénes podrán venir a la oficina y barajamos varios parámetros o casuísticas: por turnos, por necesidad, por circunstancias personales…”, puntualiza en este sentido.
Cushman también ha diseñado un kit personal que entregará a los empleados elegidos para desplazarse hasta las oficinas. Se trata de una bolsa en cuyo interior hay una caja de pañuelos, una bolsa con mascarillas y un gel desinfectante. Además, la consultora ha fabricado unos manteles de papel para utilizarlos debajo de los teclados -personales- y que pueden ser desechados al final de la jornada laboral.
Pero las oficinas "6 feet" no son sólo un reto logístico para dirigir el tránsito de personas, sino también un desafío para todas las circunstancias que rodean al edificio y las empresas que lo habitan.
“Lo más complicado es conllevan las nuevas oficinas: hay gente que tiene que seguir teletrabajando, cómo usamos las cantinas y los restaurantes, empresas que tienen que ver cómo pagan la comida a los empleados, el gestionar la flota de coches (limpieza, mantenimiento…) que pueda tener una empresa para ir a hacer visitas… No sólo se trata de la parte física, es también un cambio que puede llegar a afectar incluso a la cultura corporativa de la compañía. De hecho, a muchas de ellas les está haciendo reflexionar sobre cómo trabajar ya el día de mañana cuando pase toda esta situación”, explica Fernández.
Las primeras personas en probar este nuevo concepto de oficinas serán 10 o 15 empleados de la propia consultora que podrán acceder a las instalaciones en cuanto acabe la desescalada en una prueba piloto que pretende demostrar que este método funciona. A mediados de julio se incorporarían el resto de los empleados -que quepan- en las oficinas de Madrid y Barcelona.
Pero la consultora no sólo se centra en sus propias oficinas, también ha recibido peticiones de otras compañías para implantar "6 feet". “Estamos desbordados. Sólo en la primera semana hemos recibido ocho contactos y la semana que viene tenemos más de 20 presentaciones”, explica el director de Desarrollo y Negocio.
“El primer proyecto que hemos hecho en España para una empresa que no somos nosotros es para una gran tecnológica que tiene en Barcelona una sede corporativa de 1.500 personas. El proyecto piloto de Barcelona se va a tomar como referencia para todas sus oficinas a nivel mundial”, asevera Fernández.
Por el momento, el diseño de Cushman & Wakefield y Vyosa no cuenta con ninguna homologación, pero la consultora ya trabaja para que las empresas que decidan implantarlas cuenten con la mayor de las seguridades.
“Hemos emitido un certificado interno, pero paralelamente estamos trabajando con una empresa de auditoría de calidad que certifique que las medidas que se han tomado -de manera teórica- en el proyecto se plasman en la realidad, para que las empresas puedan tener una justificación de que sus procesos son correctos de cara a una respuesta sindical, por ejemplo”, finaliza el director de Negocio y Desarrollo de la consultora.
Por Carlos Lospitao y Jone Ibabe.