Las favelas de Río de Janeiro se movilizan ante la pandemia

Las favelas de Río de Janeiro se movilizan ante la pandemia

Estas barriadas albergan en su interior una gran concentración de habitantes, algo que dificulta mucho el aislamiento necesario para frenar la propagación de un virus tan contagioso como el Covid-19. A este se le debe sumar las bajas condiciones higiénicas en las que muchas se encuentran.

“Sabemos que tenemos un abastecimiento de agua precario. En el caso de que tengas agua corriente en casa, divídela con quien la necesita. Usa el sentido común y, si es posible, colabora con aquellos que están menos informados para enfrentar este momento de la mejor forma”.

Hace día, este cartel apareció en el Complejo del Alemão, una de las favelas más grandes de Río de Janeiro. “Tu salud es muy importante. No deje de lavarse las manos y mantener tu casa aireada”, reza otro cartel.

Para frenar el avance del Covid-19 en los barrios más necesitados de Río de Janeiro y, al mismo tiempo, contrarrestar la lentitud de los órganos públicos, los habitantes de las favelas están organizando su propia resistencia.

“Lo que hicimos hasta ahora ha sido colocar pancartas con mensajes de prevención en varios lugares de la favela. Además, todos los días sale un coche con altoparlantes para dar consejos de salud pública. También grabamos audios para las radios comunitarias y ofrecemos orientación a través de nuestras redes sociales”, explica Rene Silva, fundador de "Voz das Comunidades", un periódico que publica exclusivamente información sobre y para las favelas.

Este modelo de periodismo comunitario ha sido replicado en varias comunidades cariocas e incluso su autor fue invitado por la Universidad de Harvard a dar una conferencia sobre su trabajo.


El impacto del coronavirus en las favelas podría ser muy elevado

Desde el inicio de la emergencia sanitaria, Rene Silva ha pedido, en los principales programas de televisión, que las autoridades locales y nacionales adopten medidas para intentar reducir el impacto del coronavirus en las favelas, donde viven el 13% de los ciudadanos de Rio de Janeiro. Según datos del Instituto Locomotiva/Data Favela, 13,6 millones de brasileños viven en estas barriadas.

El 22 de marzo, el Ayuntamiento de Río confirmó el primer caso de Covid-19 en Ciudad de Deus, la favela que alcanzó la fama mundial gracias a la película homónima y donde residen cerca de 40.000 personas.

Preocupados por la mortalidad que esta pandemia puede causar, los líderes comunitarios de algunas favelas ya han creado gabinetes de crisis. Los voluntarios que se han sumado a esta iniciativa ciudadana están tirando de las redes sociales para divulgar medidas de prevención y otros consejos útiles.

“Estamos aprensivos por esta situación. Por esta razón, los líderes locales de nuestra favela se han organizado en un grupo con la finalidad de discutir soluciones, trazar estrategias e implementarlas. El objetivo es que la cuarentena se cumpla. También producen y vehiculan información para la población local a través de altavoces”, cuenta Vander King, que vive en la favela Villa Kennedy.

Esta semana ya se han realizado algunas acciones concretas, como recaudar donaciones de jabón y detergentes para los más necesitados. “Sin embargo, algunas personas no se están tomando en serio este escenario. El pasado fin de semana, en nuestra favela algunos bares e iglesias abrieron, lo que causó ciertas aglomeraciones. Por otra parte, algunos pastores evangélicos se han sensibilizado con nuestra campaña y ya están realizando cultos online”, agrega.

Un informe del Instituto Locomotiva, divulgado esta semana, indica que el 97% de los encuestados tuvieron que cambiar su rutina diaria en las favelas por causa del coronavirus.

Para el 70%, la epidemia ya disminuyó el volumen de sus ingresos. Ocho de cada diez familias están recortando gastos y el 86% reconoce que tiene problemas financieros para comprar comida.

Paralelamente, la Central Única de las Favelas (Cufa), una organización que articula estas comunidades a nivel nacional está lanzando a contrarreloj campañas de concienciación y recaudando alimentos y donaciones de empresas privadas, además de fondos a través de plataformas online.

“La situación es muy seria. Muchos habitantes de las favelas todavía no se han dado cuenta de la gravedad del escenario actual y no están cumpliendo la cuarentena como deberían”, advierte Claudia Rafael, coordinadora de la Cufa en la favela Paraisópolis, en São Paulo.


Los narcotraficantes son quienes imponen los toques de queda

Los narcotraficantes de distintas facciones también se han sumado a la campaña de prevención del coronavirus, imponiendo el toque de queda a las 20 horas en algunas de las 750 favelas cariocas.

Además, desde la semana pasada han prohibido la entrada de turistas extranjeros en aquellas favelas localizadas cerca de las playas, como Vidigal y Santa Marta, donde desde hace años guías locales organizan visitas a pie o en coche.

“En Brasil millones de personas viven en favelas sin alcantarillado y sin agua potable. Dado que las autoridades no cumplen su papel, necesitamos movilizarnos para que el Covid-19 no alcance estas comunidades, causando una tragedia nunca vista”, alerta José Ricardo Bandeira, experto en seguridad pública y presidente del  Instituto de Criminalística y Ciencias Policiales de América Latina (Inscrim).

“El Gobierno local ya debería haber implementado desde hace una semana barreras sanitarias para intentar controlar la entrada del virus a estas comunidades, lo que puede generar un verdadero caos y la muerte de decenas de millares de personas. Por increíble que parezca, una vez más el crimen organizado cumple el papel que debería ser del Estado”, señala Bandeira, quien teme un aumento generalizado de la violencia y la criminalidad, si no se toman providencias de forma urgente.

Por su parte, el alcalde de Río de Janeiro, Marcelo Crivella, anunció el pasado domingo que realojaría en cuartos de hoteles a aquellos ancianos de las favelas que tienen problemas de salud y no pueden cumplir en sus casas las condiciones de aislamiento social.

El hacinamiento y la precariedad de las viviendas son problemas estructurales en las favelas. Preguntados acerca de los detalles de esta operación humanitaria, los portavoces de la alcaldía informaron que todavía se están llevando a cabo las negociaciones con los dueños de las redes hoteleras. Inicialmente habrá 400 cuartos, una cantidad considerada insuficiente por los más críticos.



Source Link. Por Valeria Saccone. Esperamos tu comentario.
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