Alemania, impiden fin del contrato de locación para proteger a los inquilinos
Que ningún inquilino se quede sin casa por el coronavirus. Éste es el espíritu de un proyecto de ley que acaba de aprobar el Gobierno alemán para tratar de proteger a los casi 45 millones de ciudadanos (54% de la población) que viven de alquiler y que, con la crisis económica que ha desatado el covid-19, pueden llegar a tener dificultades para pagar sus arriendos por la caída de sus ingresos.
El texto, elaborado por los Ministerios de Justicia, Interior y Economía, prevé que de forma excepcional entre el 1 de abril y el 30 de septiembre de este año, el impago del alquiler no sea motivo para la rescisión del contrato. "Nadie debe perder su vivienda porque a consecuencia de la crisis del coronavirus caiga en problemas de impagos", aseguró al presentar la medida la Ministra de Justicia, Christine Lambrecht. La obligación de abonar el arriendo mensual, sin embargo, se mantiene.
La medida se ha redactado con la previsión de que la fase más dura de la crisis económica concluya para el otoño. No obstante, el proyecto de ley contempla la posibilidad de prolongar la protección para los inquilinos varios meses más, con el 31 de julio de 2021 como tope máximo.
El proyecto de ley, que debe pasar ahora por el Bundestag (cámara baja), pone en suspenso la posibilidad legal de los propietarios alemanes de dar por terminado un contrato tras dos impagos mensuales consecutivos. El texto incluye también excepciones para el retraso en los pagos de la electricidad y el agua corriente. Además, contempla un aplazamiento de los pagos de la hipoteca para los propietarios que tengan dificultades para satisfacer las mensualidades debido al parón de la actividad económica.
Los dos bloques miembros de la coalición de gobierno consideraron que se trata, en el peor de los casos, de un aplazamiento de los pagos para los inquilinos con problemas de liquidez a causa de la crisis del coronavirus.
Pero los propietarios no lo ven así. El colectivo Casa y Terreno, una asociación de propietarios, teme una oleada de propietarios insolventes a causa de los impagos.
"Por los planes que se conocen hasta el momento el Estado quiere desentenderse de una forma sin precedentes de los casi cuatro millones de personas privadas que alquilan viviendas", lamentó el presidente de la asociación, Kai Warnecke. A su juicio, el aplazamiento debería ser posible sólo si el inquilino trata de pedir ayudas para la vivienda. Además, el Estado tendría que poner en marcha un fondo especial de ayudas para arrendatarios.
El sector inmobiliario, por su parte, aplaudió los planes del gobierno y le instó a tomar más medidas en esta dirección. Andreas Mattner, presidente de la Asociación Sectorial Central de Inmobiliarias (Zia), aseguró que se trata de "un buen e importante primer paso, que seguramente no será suficiente para mitigar las consecuencias de la crisis del coronavirus".
En su opinión, serán precisas más medidas y de mayor calado en las próximas semanas. Entre otras, propuso más ayudas, también a la vivienda, y elevar de dos a tres el número de impagos mensuales necesarios para la rescisión de contrato. Si no, advirtió, el sistema entero del sistema inmobiliario se puede resentir.
Alemania es por motivos históricos, culturales y económicos, un país de arrendatarios. Según el Property Index 2019 de la consultora Deloitte, Alemania es el país de la Unión Europea con una menor tasa de vivienda propia. Tan sólo el 45,7% de los alemanes reside en una casa adquirida, casi 20 puntos porcentuales menos que el siguiente país en esta clasificación. En ciudades como Berlín esta tasa alcanza el 85%.
La medida para proteger a los inquilinos se incluyó dentro de un amplio paquete del Gobierno alemán para combatir las consecuencias económicas de la pandemia del nuevo coronavirus. Con más de 28.000 casos y un centenar de muertos, Alemania es actualmente uno de los países más afectados por el covid-19. // Fuente bit.ly/30f1r3Y