Crowdfunding inmobiliario: invertir pesos, retirar dólar ladrillo
El sector inmobiliario esperó con marcada expectativa la llegada del 2020, tras un 2019 que fue uno de los peores años de la historia reciente. La compraventa de propiedades se desplomó un 41% y acumuló 18 meses consecutivos de caída.
El mercado atribuye el derrumbe a la disminución del poder adquisitivo y al fracaso de la política de créditos hipotecarios. También a las complicaciones derivadas de la vuelta del cepo. Pero no todo es desesperanza.
En el sector observan que en el último mes surgieron algunos brotes verdes en desarrollos inmobiliarios, a raíz de inversiones que se realizan en pesos para apostar por activos que siguen al dólar. De hecho, es uno de los rubros que más expectativas genera de cara a 2020. Es, en este contexto, que ganan protagonismo las plataformas digitales que los argentinos utilizan ante las restricciones cambiarias.
Armando Pepe, presidente del Colegio Único de Corredores Inmobiliarios de la Ciudad, señala que desde diciembre se ha venido notando un mayor movimiento en el mercado del ladrillo. "Muchos empezaron a salir de las Lebac, las Leliq y todos esos papelitos. Al no poder comprar dólares, ingresan en fideicomisos en pesos ya que al finalizar la obra se hacen de una propiedad, o de una parte de ella, valuada en dólares", indica.
Desde el sector consideran que esta leve mejoría llega con pesos "por resignación" y no con moneda dura "por motivación". Además, hay expectativas de que el real estate sea el que reciba buena parte de los fondos que llegarán por la repatriación de capitales propuesta por el Gobierno.
Reactivación
Andrés Ávila Páez, responsable del área tecnológica de Reporte Inmobiliario, explica cómo se realiza una inversión para un desarrollo de pozo: "Normalmente se paga un ticket de entrada, que puede ser del 50% del monto total. Se puede abonar en dólares o en pesos a la cotización del desarrollista. Lo demás se cancela en cuotas, en moneda local que se van a actualizando mes a mes por el Índice CAC (Cámara Argentina de la Construcción)".
De este rubro, que hoy el mercado ve con buenos ojos, solían participar los mismos jugadores. "El modelo tradicional es el constructor que posee una base de datos de ahorristas y cuando sale un nuevo emprendimiento los contacta para volver a fondearse y llevarlo adelante", revela Ávila Páez.
Sin embargo, en los últimos años la tecnología dio lugar a nuevas formas para captar desembolsos. Una de ellas es el crowdfunding inmobiliario, una red de financiamiento colectivo en el que muchos financian proyectos colocando montos menores a los tradicionales. Incluso, a partir de u$s1.000.
"Las plataformas digitales que utilizan este método para recolectar dinero tienen su página web, muestran el rendimiento esperado, tiempo de capitalización y hasta la renta en el caso de alquiler", afirma Ávila Páez. El sistema de crowdfunding permite invertir en un "pedacito" de inmueble. "En este modelo, son muy pocos los que compran un departamento entero. Al bajar la barrera de entrada, se le abre la cancha a nuevos jugadores para que se sumen al mercado inmobiliario", asegura Ávila Páez. Del lado del constructor, se acelera la venta de unidades para fondearse.
Por supuesto que, como toda inversión, conlleva sus riesgos. "Hay que ser cautelosos con las expectativas de rendimientos, ya que si la revalorización de la propiedad es alta te vas a enterar recién cuando se venda. Y en estos tiempos no llueven operaciones de compraventa", señala Ávila Páez, y agrega: "Las ganancias son razonables, pero no exorbitantes".
Por otro lado, señala que las cuotas que se pagan en una inversión de pozo, por más que sean en pesos, son altas y se van actualizando por un índice que en el último año creció 53%, cercano a la inflación anual.
Source Link. Por Florencia Barragán. Esperamos tu comentario.
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